Elecciones en Andalucía, sin una alternativa obrera independiente

Juanma Moreno, el líder del PP andaluz

La campaña electoral para las elecciones autonómicas del 19 de junio en Andalucía transcurre en medio de la apatía general, principalmente de la izquierda que abarca desde el PSOE hasta la izquierda que se reclama marxista. Esto cuando arrecian los ataques del gobierno contra las condiciones de vida de los trabajadores y de la clase media empobrecida en medio de una escalada de precios sin precedentes, de una guerra que consume recursos del estado en favor del presupuesto militar, de recortes y de una inflación del 10%.

El gobierno “progresista” y de “izquierda “ se ha alineado con la OTAN en la guerra de Ucrania y también ha declarado la guerra a los trabajadores profundizando sus planes para que la guerra y la crisis la paguemos los trabajadores. A la confirmación de las leyes laborales que prometía iba a derogar, a la privatización de las pensiones públicas votada, añade ahora junto con la patronal y bajo el consejo de la UE un “pacto de rentas” para congelar los salarios y las pensiones.

Una inflación del 10% no es una maldición bíblica ante la que no se puede hacer nada. Es un instrumento más que usan el gobierno y las patronales para desvalorizar los ingresos de los trabajadores y pensionistas y aumentar sus ganancias. Este cuadro ha provocado la desilusión y la desmoralización del electorado de izquierda en general que esperaba de este gobierno que al menos no avanzara en el agravamiento de las condiciones de vida y, como dijo en campaña, defendiera los derechos de los trabajadores contra la derecha y el gran capital, haciendo todo lo contrario. Esto se está reflejando en el ánimo de los votantes de la izquierda en Andalucía.

Ante este cuadro, bastante negro e incierto, le correspondería una izquierda movilizada en defensa de los intereses de los trabajadores y que esto se reflejara en la campaña electoral. Pero precisamente la campaña refleja lo que ocurre, no sólo en Andalucía, sino en el resto del estado. La aplicación de planes de ajuste y recortes por parte del gobierno central deja sin argumentos al PSOE de Andalucía en su lucha por reconquistar el poder. Los debates electorales reflejan que tanto el PP como el PSOE son lo mismo en los temas centrales. El PSOE le reclama al PP lo que aquél no cumple a nivel estatal.

Por otro lado el ala izquierda del gobierno, Unidas Podemos, que se presenta como “Por Andalucía“, que ha actuado como comparsa de las decisiones del PSOE, tampoco puede ofrecer nada distinto a lo que están haciendo desde el gobierno central. La guerra de Ucrania, la sanción de la ley que comienza con la privatización de las pensiones, la revalidación de las leyes antiobreras que había prometido derogar, el giro a favor de Marruecos y la OTAN contra el pueblo saharaui, el bochornoso espectáculo de la lucha intestina en Andalucía por cargos y dinero entre Podemos e Izquierda Unida, hasta los mismos candidatos que se presentan, un guardia civil por parte de Podemos y una perfecta desconocida en las luchas sociales sin carisma por parte de IU, aceleran rápidamente la descomposición de la izquierda que iba a enfrentar a la derecha y a asaltar los cielos.

La alternativa que se presenta por la izquierda de “Por Andalucía”, es decir “Adelante Andalucía” formada por los Anticapitalistas, se plantea un salida andalucista defendiendo el capitalismo andaluz contra el centralismo. Los Anticapitalistas, que formaron parte de Podemos y no descartan darle el apoyo a una futura coalición de sus antiguos aliados, también son gobierno en Cádiz sin que la situación en la ciudad se diferencie de las gobernadas por el PSOE.

Todos los candidatos se presentan como una variante del capital, ya sea en formato tradicional o como lo hace la izquierda que se dice marxista, proponiendo frentes policlasistas. La clase obrera no está presente políticamente en las elecciones como tampoco en el panorama general. El tema político central es la independencia política de la clase obrera de las alternativas capitalistas. Una campaña clasista debería haber tenido a la izquierda agitando contra la guerra de la OTAN en Ucrania, por la retirada inmediata de España de la OTAN, contra la carestía, contra la privatización de las pensiones y de la sanidad, por el control obrero de toda fabrica que cierre o despida, por asambleas de bases que aprueben un plan de lucha y preparen la huelga general, hacia la formación de un frente de trabajadores con candidatos y programa de la clase obrera, por lo tanto la posición de GIO para el 19J es el voto en blanco o la abstención.

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